
NUESTRA
HISTORIA
El proyecto fue financiado con éxito a través de Kickstarter en 2016 y desde entonces continuamos fabricándolo y vendiéndolo nosotros mismos.
Sergio conoció a Sandra hace unos años. "Ella exponía en Nude con una colección, yo tenía una exposición en Milán, me gustó lo que hacía y le invité a venirse con nosotros", explica. Dio la casualidad de que Sandra es de Genovés, su padre trabaja en una fábrica en Manuel y usaban la estructura de talleres de la población como torneros, soldadores o pintores para hacer reales sus diseños. "Pero siempre trabajábamos para clientes. Queríamos hacer algo nuestro con este equipo y tener una excusa para seguir yendo", apunta.
Además, la bicicleta está muy extendida en Manuel. "Ves a mujeres de 85 años que igual les cuesta andar pero van en bici", asegura. La inspiración viene de un parking típico de exterior para bicicletas, aunque reconoce que todo el mundo lo odia. "Es el parking más estúpido del mundo porque nadie la deja ahí al no poderla atar", reconoce. ¿La clave? "Fue el peor diseño del mundo para exterior, pero tiene sentido para interior".